Al utilizar la Thermomix a diario, es inevitable que se acumulen restos de alimentos, líquidos y
grasas en diversas partes del dispositivo. Estos residuos pueden afectar tanto a la higiene de tus
preparaciones como también al rendimiento mismo de tu Thermomix. Las cuchillas, el vaso y
otras piezas desmontables pueden convertirse en caldo de cultivo para bacterias si no se les
presta la atención debida.